A finales de 2022, un importante derrumbe en el interior de una casa de la calle Heliodoro Madrona de Bellús dejó el tejado a la intemperie y provocó el hundimiento de buena parte de las tres plantas del inmueble, que sigue sin desescombrarse más de dos años después. La falta de actuaciones en el edificio ha generado la proliferación de roedores y problemas de humedades que causan molestias en las casas vecinas. Vecinos colindantes ponen el foco en la insalubridad y en el temor de que el colapso de la estructura termine afectando a su domicilio.
