Un "niágara". El fragor de la catarata impresiona. Los más de 250 litros/m2 que han caído en las últimas horas en la cabecera del río Girona, en la Vall d'Ebo, han provocado una fuerte subida de caudal. La presa d'Isbert, fallida presa (nunca ha funcionado ya que no retiene el agua), se ha convertido en una cataráta, en el "niágara" de la Marina Alta. El agua se desborda. Supera el muro de encajonado en el desfiladero del Barranc de l''Infern (la Vall de Laguar). La presa también lamina y frena la fuerza del agua. El río, en su cuenca de la Rectoria, Beniarbeig, El Verger, Els Poblets y Dénia, baja con un notable caudal, pero no hay riesgo de que se desborde.
