No, Xàbia no vive una espiral de inseguridad. Ocurren sucesos como en todos los pueblos turísticos de la costa. Y algunos son ciertamente llamativos. Un incidente que ha trascendido ahora aunó la mala suerte (la de pasar ocasionalmente por allí) y la buena (nadie resultó herido). Un taxi que circulaba por una avenida del pueblo recibió el impacto de una bala perdida. El proyectil era de poco calibre. Lo disparó uno de los implicados en una pelea en la que en ese justo momento se habían enzarzado varias personas (el posible origen fue el trapicheo de drogas). La bala rompió las lunas de los asientos de atrás del taxi. No causó heridos. La cosa tuvo dimensión de milagro de Semana Santa. El susto, eso sí, fue tremendo. El estropicio que causó el impacto da idea del peligro que corrieron el conductor y el ocupante del taxi. Otra bala le dio a otro implicado en la refriega en una pierna y no resultó herido. Llevaba en el bolsillo el móvil y la carcasa amortiguó totalmente el impacto.