En estos lances taurinos, es imprescindible tener un buen agarre. Susto en los "bous al carrer" de las fiestas de Teulada. El aficionado no salió herido. Logró esquivar a la vaquilla "in extremis" tras citarla y, al hacer el quiebro, resbalarse al pisar las boñigas. La materia orgánica es muy escurridiza. El público gritó "¡ay, ay, ay!". Sobresalto y punto. Fue una tarde de quiebros y requiebros y de vaquillas trotonas y que entraban al trapo.
