El disparo simultáneo de tres castillos de fuegos artificiales a cargo de la Pirotecnia Santi Grau sirvió el sábado por la noche para recordar la celebración de las fiestas falleras en Real, el municipio de la Ribera que tradicionalmente organiza sus Fallas con una semana de antelación, si bien la coyuntura sanitaria provocada por el coronavirus ha forzado que los programas de actos de las dos comisiones del municipio, la falla Rahal y l’Estoreta Velleta, se trasladen a la esfera virtual y las redes sociales ante la prohibición de celebrar reuniones. Los monumentos de ambas fallas hubieran ardido el domingo.

El Ayuntamiento de Real encargó a una pirotecnia local el espectáculo del sábado por la noche en el que se dispararon castillos desde la Plaça de la Constitució, el Carrer Marua y el Parc Municipal para que todos los vecinos pudieran contemplar el espectáculo sin salir de casa.