La presencia humana ya no infunde temor en algunas especies animales que, no hace tanto, evitaban cualquier contacto por lejano que fuera. La curiosa escena vivida en Favara hace unos días es una prueba más de ello: una piara de jabalíes que paseaba de noche por un camino rural ni se inmutó ante un vehículo que circulaba a escasos metros.