Los pasados jueves y viernes, Caixabank realizó su Junta General de Accionistas en Valencia.
Un cita en la que el presidente de CaixaBank, Tomás Muniesa, ratificó ante la junta de accionistas de la entidad que la sede social del banco se mantendrá en València, a donde fue trasladada en octubre de 2017 por la deriva independentista catalana.
Una Junta General de Accionistas en la que se aprobaron todos los acuerdos sometidos a votación, entre los que se encuentra el nombramiento de Rosa María García Piñeiro, Luis Álvarez Satorre y Bernardo Sánchez Incera como nuevos consejeros independientes, así como el de Pablo Forero Calderón en la categoría de consejero y el de José María Méndez Álvarez-Cedrón como consejero dominical a propuesta de la Fundación ”la Caixa”.
Y en temas económicos, se aprobaron todos los acuerdos sometidos a votación, entre los que se encuentra un dividendo complementario de 2.028 millones de euros y eleva el dividendo total anual a cerca de 3.100 millones.
Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, presentó a los accionistas el detalle de la actividad de la entidad, alabando la labor de todo el grupo.
Unos datos que avalan la línea que sigue Caixabank, en la que quieren hacer realidad la banca del futuro y continuar estando cada día más cerca de las personas.