Si el acto de cierre de campaña determina el ánimo de un partido ante las elecciones, el de CiU está por las nubes. Dieciocho mil personas en el Palau Sant Jordi arroparon a su candidato, Artur Mas, al grito de independencia y entre banderas catalanas y de la Unión Europea. Tres cuartos de hora de discurso ensalzando a Cataluña y lo catalán, pero ni una mención a la crisis ni a su gestión tras dos años en el Govern.