Un año después, Luis Bárcenas sigue en la cárcel, a pesar de sus intentos para salir de ella. Tiene sus cuentas bloqueadas, su casa está embargada y siguen apareciendo cuentas de su propiedad. Un año después, ya reconoce que "los pepeles", la presunta contabilidad b del PP fue escrita por su mano, y está enfrentado a su antiguo partido, que de momento no ha sufrido consecuencias penales.