Pedro Sánchez mantiene su reunión con Quim Torra para el 6 de febrero, pero retrasa la mesa de diálogo hasta después de las elecciones catalanas. Así lo ha explicado el Gobierno en un comunicado en el que además especifica que en el encuentro de la próxima semana sólo se hablará de cuestiones habituales "entre administraciones para resolver los problemas urgentes de la sociedad catalana".