No se puede decir que sea algo completamente inesperado, pero estas fiestas se nos empiezan a atragantar, epidemiológicamente hablando. La incidencia acumulada en España a 14 días es de 435 casos. Sube un 24%, desde el viernes y hay que remontarse a noviembre para ver cifras parecidas. Tenemos que hablar de Extremadura por sus más de 1.000 casos por 100.000 habitantes. Es la región con el peor indicador de incidencia acumulada de España. Le sigue Baleares que anuncia cierre de hostelería y fin de reuniones sociales y la Comunidad de Madrid que como el archipiélago roza ya los 600 casos por 100.000 habitantes. Es muy difícil extraer algo positivo de estos datos, cuando, por ejemplo, el 26% de las camas UCI disponibles en nuestro país están ocupadas solo por pacientes COVID. O al comprobar cómo se dispara la positividad de los test.