A primera hora de la tarde se hacía oficial lo que parecía inminente. Había que evacuar zonas de La Laguna y se daban instrucciones por megafonía. Más de 800 vecinos tenían unas horas para vaciar viviendas y locales de todo lo que se pueda meter en furgonetas o camiones, sin saber si podrán volver algún día a sus casas. En minutos se vaciaba también un colegio. Y desde arriba se entiende mejor tanta emergencia. La nueva colada ha tomado una dirección más hacia al norte, hacía La Laguna, y deja agobio e incertidumbre en una zona hasta hace unos días a salvo.