La tierra es incapaz de tragar una sola gota más de agua. Las bombas de achique ayudan, pero no son suficientes. Más de dos semanas seguidas de intensa lluvia en el campo sevillano. Desde el aire, la cantidad de agua sorprende. 15.000 hectáreas afectadas en Lebrija. Quinoa, coliflor o remolacha, con importantes pérdidas económicas. Pero el tren de borrascas que ha padecido España también trae buenas noticias. Cultivos en Valencia necesitados de agua o pantanos que aún necesitan más en Cataluña. Realidad diferente en el mar. Después de dos semanas, la flota de Isla Cristina, en Huelva, zarpa. La actividad muy lentamente vuelve a la lonja. El parón les ha supuesto unas pérdidas de 3 millones de euros.