Un buen día acabaron en un oscuro túnel empujados por las desgracias de la vida. Dejaron sus hogares para acabar en frías aceras, solitarios parques y sucios rincones. Según Cáritas 35.000 personas se encuentran sin un lugar donde pasar las frías noches. Entre cartones y hogueras intentan sobrevivir. Por el día piden en la calle, buscan unas monedas para asearse y llevarse algo a la boca. Las noches simplemente pasan mientras ellos son engullidos por la miseria. Un túnel del que es difícil salir.