Murió en su casa de Sevilla, pero su millonaria herencia se repartirá en Madrid porque aquí estaba su residencia fiscal. Sus herederos se lo agradecerán: la Comunidad de Madrid bonifica el 99 del impuesto de sucesiones. Es decir, solo se paga el 1 por ciento del impuesto. En Andalucía este porcentaje llega hasta el 36%. La Junta de Andalucía podría plantearse reclamar el pago del impuesto en esta comunidad si considera que la duquesa de Alba vivió más tiempo en Sevilla desde 2009. En ese caso tendría que probarlo. No es la única ventaja fiscal de la casa de Alba. Al tratarse la mayor parte de la herencia de bienes considerados histórico-artísticos, sólo se tributa por el 5 por ciento de su valor.