Banderas, paraguas, pantallas gigantes, escaleras, bancos y pasos de peatones soportes variados para visualizar el arranque de una semana del orgullo atípica. El Ayuntamiento de Barcelona desplegaba a primera hora la pancarta, que no bandera LGTB. La corporación municipal ha optado así por no incumplir la sentencia del Supremo que impide colgar banderas no oficiales en los edificios de las Administraciones Públicas. Más de 8 m de estandarte para reivindicar los derechos de los colectivos lésbico, gay, trans, bisexual y no binario.