Nieve, Navidad y sin opciones de viajar fuera. Es la tormenta perfecta traer el caos a la sierra madrileña. Hoy, de nuevo, los accesos a Navacerrada se han colapsado. Muchos han dejado el coche mal aparcado en la cuneta y han subido andando. Otros han tenido que dar la vuelta y despedirse de lo que prometía un día en la nieve. Quienes han optado por el transporte público cruzan los dedos para que no se repita lo de ayer, porque al retraso de los autobuses de vuelta se unió su escasa frecuencia. Con limitaciones de aforo en los locales y máximas de menos siete grados, las horas de espera fueron agónicas. Hubo muchos nervios por subir al autobús, y hasta casos de hipotermia. Protección Civil, la Benemérita y Cruz Roja tuvieron que acudir para evacuar unos quinientos atrapados, proporcionándoles además alimentos y mantas térmicas.