La jefa de Homicidios de la Policía Nacional apunta cómo sus compañeros ya notaron una “actitud extraña” en la viuda durante su primera declaración al día siguiente del hallazgo del cadáver de su marido asesinado en un garaje de la calle Calamocha de València. “De vez en cuando sollozaba, pero en cuanto paraban porque entraba o salía alguien, estaba todo el rato chateando con el móvil”. Tanto es así que incluso alguno de los policías tuvo que llamarle la atención.