Ni las excusas, ni tampoco las disculpas han servido a Fabio para librarse de la cárcel. Intentó matar a su exnovia cuando acababan de romper su relación. Cuando ella fue a recoger sus cosas le dijo que no podía vivir sin ella. Más tarde, ya en el coche, la agarró por la coleta y la amenazó con un cúter. Le ordenó que empezase a conducir pero poco después ella frenó en seco. En un relato sobrecogedor, la víctima cuenta que lo único en lo que pensaba era en que la encontrasen si la mataba. Entre lágrimas, ella cuenta que le decía que si no estaba con él, no estaría con nadie. Fue lo último que le dijo antes de atacarla. Primero en el cuello. Después también en la espalda. Fue entonces cuando un conductor de autobús apareció para salvarla. El agresor alegó estar bajo los efectos del alcohol y las drogas. Dice que no recuerda nada. Ahora, no podrá acercarse a ella en 13 años y tendrá que pagarle 43.000 euros de indemnización y otros 10.000 por las secuelas. A Fabio le esperan 10 años en prisión. Nueve por intento de homicidio y uno más por lesiones al conductor.