Macarena Díaz, una madre con trastorno bipolar y esquizofrenia, salió de su casa de Morón de la Frontera (Sevilla) con su hijo Antonio David, de 15 años y que padece una discapacidad muy grave, la mañana del 12 de septiembre. Un año después, nada se sabe del destino del niño, a quien la madre dijo haber tirado, ya muerto, a un contenedor de basura cerca de Madrid.