Isaac Guillén no se llegó a despedir de ninguna de las personas a las que quería y que, según figura en su testamento vital que realizó en 2017, quería que estuvieran presentes en el momento de su adiós. Ni siquiera le comentó haber adoptado ninguna decisión al respecto sobre la posibilidad de tener una ‘muerte digna’ a su hija, quien esta mañana ha confesado que su padre le dijo que si alguna vez decidía someterse a la eutanasia ella sería “la primera en saberlo”.