Los gritos ensordecedores de los padres de Anice Khalfouni, el joven de 29 años asesinado de una herida por arma blanca en el corazón -supuestamente un destornillador – en una calle de València en julio de 2022, todavía resuenan en la Ciudad de la Justicia de València. El veredicto del jurado popular, que ha declarado inocente al único acusado llevado a juicio por el crimen, ha sido un duro mazazo para la familia de la víctima, quienes confiaban en que, al menos, se condenara a uno de los dos primos que participaron en la agresión. “¡No hay Justicia, mi hijo está muerto, no veis que su asesino está ahí!”, gritaba la madre, junto a dos hermanas del fallecido, antes de caer desplomada. El padre, con una discapacidad y que se desplaza en una silla motorizada, tampoco podía contener sus lamentos implorando a Alá por una Justicia que consideran que les ha sido arrebatada.
