Un teléfono que sirve para hablar, para mandar mensajes, para jugar a la serpiente y tiene el tono de Nokia. ¿A que les suena? Bienvenidos al World Mobile Congress del año… ¿2.000? No. Lo que ven es la vuelta de la compañía finlandesa al mercado de los móviles. Vuelta a los orígenes. A un modelo renovado de su indestructible Nokia 3310. Pero ojo, que tiene batería para hablar 22 horas seguidas y para mantenerse encendido un mes. Otro que busca la resurrección son los responsables de la BlackBerry. Fueron los reyes en los inicios de los smartphones y siguen apostando por el teclado en un mundo de pantallas táctiles sin botones. Son sólo dos, de los muchos lanzamientos que van a verse en esta semana en Barcelona, llena, a rebosar, de profesionales del sector, de todas partes del mundo. Más de 100.000 personas dispuestas a conocer, de primera mano, lo último en telefonía móvil. Este año, las promesas son avances en la inteligencia artificial, es decir, smartphones todavía más inteligentes. Más robótica y conexiones más rápidas con la introducción de la tecnología 5G.