Resulta complicado no echar la vista arriba cuando nos encontramos con el 'árbol del amor' (Cercis siliquastrum). Su color rosado lo hace especialmente atractivo para la vista. Pero si además prestamos atención a sus ramas no será complicado descubir que, algunas aves, también tienen especial inclinación por sus flores. Se trata de las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus). Esta especie, muy difícil de controlar, tiene como aperitivo favorito las flores rosas de estos árboles. Apoyadas en las ramas las van comiendo una tras otra dejando una huella que las delata; decenas de flores rosas caídas al suelo bajo el árbol.