En apenas treinta días la Plaza de la Reina ha quedado irreconocible. La magnitud de las obras generado asombro entre muchos vecinos, entre ellos Susan, quien diariamente hace un seguimiento de la reconversión de la plaza desde unas vistas privilegiadas. Al contrario de lo que pudiera pensarse, no se siente afectada por las molestias de los trabajos: "No somos expertos en construcción pero es una tarea asombrosa, y están haciendo un gran trabajo", asegura.