Cuando el Cristo de la Salud regresó a tierra firme se cerró, ahora sí, el círculo. Los grandes acontecimientos festivos de la ciudad quedan definitivamente restaurados después de más de dos años de zozobra. El purista podría decir que faltan las «corregudes de joies» de Pinedo, pero su aplazamiento responde realmente a una cuestión burocrática de los propios organizadores. Hasta la «festa grossa» del pueblo ha dado ya sus primeros pasos, aunque sea sin equinos. Al calendario le quedan algunas fiestas patronales de los pueblos de València. Pero de entre los grandes acontecimientos de ciudad, la romería del Cristo del Palmar era la estampa que más se ha resistido en regresar. Por cómo se ha desarrollado el calendario pandémico.