Construir una “urbe para las personas y el bienestar de la ciudadanía” es uno de los objetivos vertebradores que sostiene la candidatura de València a la Capitalidad Verde Europea, promovida desde el Ayuntamiento, cuyo veredicto se dará a conocer el próximo 27 de octubre en la ciudad francesa de Grenoble.

La Estrategia Urbana 2030 sirve como hoja de ruta para acometer la ansiada transformación del cap i casal a través de políticas sostenibles que inciden, entre otros aspectos, en la creación de una infraestructura verde —un gran corredor conectará el centro de la ciudad con sus diferentes barrios y área metropolitana—, movilidad sostenible —ahonda en la neutralidad climática en el transporte y la recuperación de espacio público para el disfrute de las personas— y defensa de la huerta valenciana como motor de alimentación sostenible de forma transversal.

El programa Raonem de Levante TV ha profundizado esta semana en dichos preceptos, que podrían aupar a la ciudad del Túria a ser Capital Verde Europea el próximo año 2024. Un reconocimiento que la enfrenta a la italiana Cagliari.

Los beneficios que la Capitalidad Verde Europea aportaría a València centraron la mesa de debate del espacio televisivo, que contó con la participación de Sergi Campillo, vicealcalde y concejal de Ecología Urbana del Ayuntamiento de València; Pilar Serra, vicerrectora de Sostenibilidad, Cooperación y Vida Saludable de la Universitat de València; Juan Bueno, director del Programa de Aceleración del MIV y coordinador del Mobility Hub Startup Valencia; y, por último, Ángeles Hernández, directora de Comunicación de Mercavalència.

Durante el programa se expusieron interesantes proyectos urbanos como Llit nou, riu nou és, una propuesta municipal que persigue la revitalización del nuevo cauce del río Túria o, por ejemplo, el uso de la digitalización al servicio de una movilidad inteligente y sostenible.

Es decir, la automatización del transporte público y privado a través de sistemas MaaS, planificación de rutas y soluciones de Big Data.

Respecto a la emblemática horta valenciana, se expuso la necesidad de que los agricultores y agricultoras reciban precios justos por sus productos y de consolidar una cadena de valor que apueste por el producto local.

Existen, como se demostró en el debate de Raonem, propuestas esperanzadoras. Ejemplo de ello es el corredor verde que conecta Campanar y Benimàmet y que sirve, a su vez, como transición entre la ciudad y su huerta