A pesar del llamamiento de las distintas autoridades para no usar el vehículo privado y evitar los desplazamientos, la realidad es que de nuevo las principales vías del suroeste de la ciudad se han colapsado de nuevo, dificultando el paso de los vehículos de emergencia, que deberían ser una prioridad absoluta para gestionar la catástrofe provocada por la dana de València.