El Ayuntamiento de València acaba de vivir un momento de gran tensión mientras se estaba desarrollando su pleno. Se ha producido cuando se debatían las mociones presentadas del mes de mayo. El grupo socialista ha presentado una serie de acuerdos con el objetivo de apoyar a la población LGTBI, especialmente a las personas trans, condenar la modificación de la Ley Trans y acabar con cualquier tipo de LGTBfobia institucional. En el momento de la votación, los concejales de Vox no estaban presentes en el pleno, hecho que ha permitido que la moción fuera aprobada. Tras este hecho, la alcaldesa de València, María José Catalá, ha querido que se repitiese. Motivo que ha generado un gran malestar entre la bancada progresista. El primero en levantarse de su asiento y recriminarle este hecho a la primera edil, ha sido el concejal Borja Santamaría. Tras las propuestas generadas por la oposición, Catalá ha otorgado un receso de diez minutos para el pleno.