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Entrevista

Jaume Costa: "En el fútbol nunca hay que dejar de soñar"

A base de trabajo y regularidad, Jaume Costa se ha adueñado del carril izquierdo del Villarreal. El «submarino» afronta el tramo decisivo de la temporada con un ojo en la cuarta plaza y el otro en la Liga Europa

Jaume Costa: "En el fútbol nunca hay que dejar de soñar"

Jaume Costa cumplirá 30 años el mes que viene. El sábado alcanzó los 200 partidos con la elástica del Villarreal. Es uno de los capitanes del equipo.

P ¿La carrera del futbolista pasa tan rápido como parece?

R Pasa rápido, pero mis casi 30 años no los cambiaría por mis 22. Antes podías entrenar siempre al cien por cien, jugar dos partidos a la semana y no darte cuenta. Pero valoro la trayectoria, el esfuerzo que he hecho, sabiendo que no ha sido fácil nada. Ni estar en el Villarreal, ni en el once titular ahora. Veo a gente joven en el equipo como Samu o Pablo, y por desgracia en su momento piensas que no tienes cosas que aprender, y ahora pienso que sí, que aún con 30 hay que mejorar y aprender. Ahora hay más problemas físicos, pero ganas muchas cosas. Tranquilidad, experiencia, peso en el vestuario.

P ¿Ser futbolista es como pensabas de pequeño que era?

R Tengo la suerte de llevar 8 años en este club y vivir en mi casa. Estoy muy agradecido y es algo que valoro muchísimo. Pero el fútbol es más complicado, más sacrificado de lo que un niño puede pensar. Desde fuera se puede idealizar. Se nos magnifica demasiado quizá. Los que me conocen saben de lo que hay que privarse, yo desde los nueve o diez años estoy sin fines de semana. Hace tiempo que no veo a mis amigos. Ahora salgo aquí tan cansado... luego recoges a los niños del cole, extraescolares, casa€ Luego no tengo ni fuerzas para ver una serie. Físicamente te exprime. Claro que a cambio tiene sus ventajas.

P ¿También te va la música como a tu padre?

R Mi padre tiene un pub desde hace 15 años en València. Mi familia los tiene en Gandia y él se fue a València. Desde pequeño se ha dedicado a la música, es un currante, se ha ganado la vida cantando con orquestas, en verbenas, locales€ El mundo de la noche es complicado y él sigue trabajándoselo. Mi madre es enfermera en el hospital general de València y ahí sigue. Yo canto en la ducha, pero me da mucha vergüenza. No lo hago mal, eh, mi padre tiene un estudio y muchas veces me ha dicho de grabar. Compuse una nana a mi hija pero me da vergüenza grabarla. Además hicimos la canción de Bakambu y al mes se fue (risas).

P Llegar a Primera no fue fácil.

R Entré en el Valencia en benjamines y debuté con Emery. Me fui un año en Segunda al Cádiz pero casi no jugué. Era el más joven y tenían el bloque hecho. Javi Gracia, que luego me trajo al Villarreal, en ese momento no confiaba en mí. Lo echaron, llegó Víctor Espárrago y acabé jugando, pero de extremo. Vine al filial del Villarreal y en el primer equipo estaba Garrido de entrenador. Le dijo a mi padre que por delante de mí estaban Capdevila, Joan Oriol y Catalá, que lo intentara pero que era muy difícil subir. Al año siguiente Garrido me hizo debutar en Copa y poco a poco fui jugando. Me tocó un momento complicado, el año del descenso, que había un gran equipo pero acabábamos perdiendo siempre en los últimos minutos. Fue una experiencia dura pero también bonita. Te das cuenta de tu carácter, de tus ganas, de tu personalidad. Debutar cuando un equipo grande se la está jugando no es fácil, pero creo que hice buenos partidos y me quedé en el primer equipo.

P El año de 2.ª lo cambió todo.

R Tenemos un vídeo de recuerdo de aquel año, y el presidente lo explica. Cuando pasan este tipo de cosas te hacen recapacitar. Había cosas que se hacían mal. Quizá el club pensó que era más, después de jugar semifinales de Champions, de ser segundo en la Liga. En la vida se aprende más cuando fallas que cuando aciertas. Cuando fallas llega la cura de humildad. Por eso creo que el año de Segunda fue positivo. Todos lo que lo pasamos, desde el presidente a los que seguimos, sabemos de donde venimos. Puede sonar ridículo, pero cada año el primer objetivo es la permanencia. Aspiramos a lo máximo, por supuesto, pero lo primero es eso, porque sin eso no hay más.

P Háblame de aquel año.

R Con Julio Velázquez no jugaba, pero llegó Marcelino y ya sí. Fue un año muy exigente. Me gusta recalcar todo lo que hemos hecho desde Segunda, año tras año. Estábamos al final de la primera vuelta muy lejos del ascenso directo. Lo pasamos mal. Era un equipo hecho para ascender y estar medio curso en mitad tabla para todos era, sobre todo para la afición que estaba acostumbrada al lujo, muy duro. Gracias a Dios hicimos una segunda vuelta muy muy buena y pudimos subir.

P La llegada de Marcelino supuso un punto de inflexión, tanto para el equipo como para Costa.

R Marcelino es uno de los entrenadores más importantes de mi carrera. No diría el que más, porque desde Fuertes que me subió al benjamín, o Milla a juveniles, u Óscar Fernández al B, Quique Sánchez Flores a la pretemporada... Cada entrenador te da un pasito. Marcelino fue el que hizo que me afianzara en el once. Yo siempre he sido un jugador ofensivo y con él aprendí muchísimo a defender, a saber posicionarme, a entender que lo primero para un lateral era defender. Es verdad que había tenido a Espárrago, que era ultradefensivo, pero jugaba de extremo. Marcelino tiene unos conceptos tácticos impresionantes, y le estoy agradecido. Como todos pues tiene sus más y sus menos. Creo que en el Valencia ahora está corrigiendo los menos y está haciendo lo que sabe hacer, construir un equipo para luchar por cosas importantes. Tengo recuerdos buenos y malos, como con todos. Cuando se fue le escribí y le dije que me quedaba con lo bonito que habíamos vivido.

P Ahora estáis peleando con ellos y con el Madrid por la cuarta plaza.

R Tenemos la cuarta plaza a tiro, es obvio, pero esto da tantas vueltas€ Mira el Valencia, en la primera vuelta iba a por la Liga y luego nos pusimos a tres puntos. En Mestalla si nos ganaban se iban a 13. La Liga da muchas vueltas. Hay que ir a cada campo pensando que es súper complicado ganar, no creernos nada, y ese es el primer paso para objetivos bonitos. Luego está el Lyon en la Liga Europa, que tenemos la espinita del partido en Liverpool, que nos ganó demasiado fácil. El club lleva muchos años buenos y un título sería algo para recordar.

P Sí parece, a diferencia de otros años, que vais de menos a más.

R En la época de Marcelino todos los años se asemejaban. Empezar como tiros y acabar con lesiones y problemas. Son métodos de entrenamiento, como la filosofía de juego, cada uno es diferente. Este año la pretemporada fue un poco rara, con lesiones, pero vamos recuperando jugadores y las semanas limpias sin Copa han ayudado. Nos faltan los tres o cuatro meses más importantes para darlo todo.

P Calleja le exige en ataque.

R Es una filosofía distinta. Le gusta jugar con gente por medio, y dejar la banda para los laterales. Tenemos que sumar en ataque. Me gusta porque creo que soy capaz, y además cuando disfrutas es cuando atacas. Defender es más sufrir. Es verdad que queda descubierta la banda, pero tengo libertad y puedo llegar más arriba.

P Hablas de disfrutar. ¿Puede disfrutar un profesional?

R Al final tienes mucha responsabilidad, no por tu carrera solo. Detrás hay mucha gente que no solo quiere sino necesita que lo hagas bien. Es un empresa y somos empleados, y cobramos para llevar al Villarreal lo más arriba posible. Necesitas mucha fuerza mental y ser consciente de que tu trabajo significa la felicidad de muchas personas. Es una presión increíble pero bonita.

P ¿Quedan sueños? ¿La selección? ¿Un título?

R Muchos sueños. La selección es casi una utopía, ojalá un día me diesen la oportunidad pero es muy complicado. Estuve en la sub16, no lo valoraba, y ahora sé lo difícil que es. Se sueñan muchas cosas y no hay que dejar de soñar. Con lo máximo posible. De los sueños nacen las cosas que luego haces. Yo pensaba de pequeño que iba a ser futbolista, y me lo creía, y ahora que lo soy debo seguir en ello. El sueño sería ganar aquí un título, para poder retirarme bien, y el club lleva tiempo mereciéndolo. En el Villarreal he conseguido más de lo que muchas veces he soñado.

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