El Villarreal CF no está teniendo suerte esta temporada, pero nadie en el seno del club villarrealense va a bajar los brazos hasta que finalice la presente temporada. Debido a que el equipo ha mejorado ligeramente su imagen tras la llegada de Luis García Plaza al banquillo amarillo y que algunos encuentros no se han resuelto a favor por mala suerte, el submarino confía en que esa misma suerte cambie y se vuelva a su favor a partir del encuentro de esta noche contra al RCD Espanyol.

La vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey se presenta como una gran oportunidad para conseguir esa victoria que tanto se le resiste al equipo y recuperar la confianza perdida para poder aplicarla a las otras dos competiciones en las que el plantel se encuentra inmerso: la Liga y la Liga Europa.

Aunque se piense en el partido de esta tarde-noche y en conseguir el triunfo que les dé el pase a la siguiente ronda del torneo copero, la prioridad absoluta es enderezar el rumbo en la competición doméstica. Así, y pensando en el importante encuentro del domingo en el Estadio de la Cerámica, el entrenador madrileño reservará a sus jugadores más habituales y dará entrada en el once a una mezcla de futbolistas del primer equipo con otros del filial, a los que Luis García les va a exigir de igual modo el máximo rendimiento.

Jugadores como Asenjo, Mario, Iborra, Fornals, Cazorla o Gerard Moreno descansarán y podrían disfrutar de minutos otros como Andrés Fernández, Miguelón, Bonera, Fuego, Trigueros, Raba, Layún o Bacca, además del canterano Quintillà, quien entrena habitualmente con el primer equipo.

Los únicos que causan baja para el encuentro al encontrarse lesionados son Bruno Soriano, Manu Morlanes y Víctor Ruiz. Como viene siendo habitual, Luis García no ofreció lista de convocados y será minutos antes del encuentro cuando se conozcan los nombres de los elegidos.