Muchos pensaban que el encuentro de Liga Europa llegaba en el peor momento para el Villarreal CF, pero el submarino demostró un gran amor propio para imponerse a domicilio al FC Zenit, encarrilar su pase a cuartos de final de la competición europea y coger confianza de cara al encuentro del domingo contra el Levante UD. El partido de ayer, muy correcto por parte de los de Javi Calleja, debe servir de referencia para seguir peleando por la permanencia en LaLiga.

El entrenador madrileño no varió su planteamiento, pero sí dio entrada en el once a hasta seis jugadores diferentes respecto al encuentro del sábado contra el Alavés. Así, el técnico se mantenía fiel a su sistema con tres futbolistas para dar empaque y seguridad en el centro del campo, y daba minutos de inicio a hombres como Andrés -titular toda la temporada en Europa-, Miguelón, Jaume Costa, Chukwueze, Fornals y Gerard.

Con esa idea de juego tan marcada, el submarino comenzó ofreciendo una buena imagen. Bien en defensa y recuperando balones en el centro, poco a poco fue ganando peso y obligando al Zenit a buscar la contra. Fue, mediado el primer tiempo, cuando llegaron los goles. Uno para cada equipo y en apenas tres minutos. Y con polémica incluida. El primero en golpear fue el Villarreal al adelantarse con un remate de cabeza de Iborra tras un centro cabeceado por Álvaro dentro del área.

Dudas en el 1-1

El submarino había logrado lo más difícil, pero ya se sabe que las alegrías duran poco en la casa del pobre y el Zenit solo necesitó dos minutos para establecer de nuevo la igualada por medio de Azmoun en una jugada muy protestada por los jugadores del Villarreal, quienes consideraban que había fuera de juego al haber dos futbolistas fuera del campo. Pero la normativa recoge que si salen del campo por inercia la jugada no se inhabilita ya que se cuenta como si el futbolista estuviera en línea. Las fuerzas volvían a igualarse y tocaba sobreponerse al tanto para evitar nervios innecesarios, sobre todo de cara al segundo tiempo y más aún a sabiendas de que el equipo no lo estaba haciendo nada mal y que, si seguía con la misma actitud, podía ganar perfectamente el encuentro.

Ese debió ser el mensaje de Calleja en el descanso, puesto que el Villarreal mantuvo las mismas sensaciones tras el paso por vestuarios. El 1-2 llegó en el minuto 64 con perfecto cabezazo de Gerard tras centro de Fornalse. Ese tanto no hizo sino espolear a los futbolistas del Villarreal, quienes demostraron tener hambre de querer algún gol más para dejar encarrilada la eliminatoria. Lo consiguió: Morlanes hizo desde la frontal el 1-3 definitivo.