En pocas zonas vinícolas se trabaja la variedad de uva Planta Nova, pero en la Comunitat Valenciana está autorizado su cultivo tanto como uva de mesa como para vinificación. En Utiel-Requena se la conoce como Tardana, una casta de ciclo largo que se vendimia incluso después de las tintas, a mediados del mes de octubre. De manera tradicional los racimos más grandes se conservaban colgados para comerlos hasta bien entrado el año nuevo. Es una planta rústica, muy adaptada al terreno, que da racimos grandes con uvas de piel gruesa que protege la baya de las inclemencias del tiempo. El alemán Ken Wagener es la cara visible de la sociedad propietaria de la actual Bodegas Sebirán, una antigua casa de labor con instalaciones enológicas fundada hace más de un siglo „en 1914„ en la pedanía requenense de Campo Arcís. Sus nuevos vinos están etiquetados con letras: «T» para los jóvenes, «Z» para los coupages crianza, «J» para los tintos monovarietales. El más valorado por los consumidores es el Sebirán «C», un tinto elaborado a partir de uvas seleccionadas de la variedad autóctona Bobal. Además, la bodega continúa adscrita al Consejo Regulador del Cava, bajo el que comercializan un Brut y un Brut Nature, ambos con la marca «C´A».

Pero Wagener siente un «orgullo especial» por el blanco de Tardana porque, «aunque es un vino sencillo, es un blanco diferente, con personalidad propia». La del 2013 fue la primera añada que trabajó con ella, exportada en su totalidad a Noruega, donde tuvo una gran acogida. La siguiente no la embotelló, ya que no llegó a conseguir la calidad esperada debido, precisamente, a su carácter tardío y los problemas que se originan cuando coinciden las lluvias en fechas próximas a la vendimia. La campaña pasada pudo embotellar más cantidad y destinar parte de la producción al mercado nacional. Para extraer los aromas que esta varietal contiene en su piel se efectúa la maceración a muy baja temperatura de las uvas despalilladas y, con posterioridad, el mosto flor arranca la fermentación con levaduras seleccionadas y control de temperatura.

El Sebirán Tardana de 2015 es un vino de color amarillo pajizo con reflejos dorados, brillante, con aromas de buena intensidad que recuerdan a fruta fresca madura, de hueso y tropical, como las manzanas, melón, ciruelas amarillas, albaricoques, plátano y piña. En el paladar se muestra fresco y equilibrado, con cierta untuosidad, fácil y agradable de beber. Una vid autóctona de esta zona vitivinícola del altiplano valenciano que, bien elaborada, puede ofrecer resultados interesantes, con un perfil diferenciado de las castas blancas más extendidas en la actualidad.