Con los datos en la mano, la DOP Valencia ha dejado de ser este año una zona vinícola granelista para «subirse al carro» del vino embotellado, cuyo valor añadido es notablemente superior al del granel. En poco más de dos décadas, la exportación de vinos con DOP Valencia ha dado un giro de 180 grados para pasar de comercializar algo más de tres cuartas partes de sus vinos como granel a menos de una cuarta parte, con el consiguiente crecimiento de ventas en el embotellado, que desde 1993 hasta 2016 ha crecido en un 226%, pasando de los 88.000 a los casi 290.000 hectolitros.

Esta es la primera conclusión que se extrae tras analizar los datos de comercialización del colectivo, hechos públicos por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Valencia hace apenas unos días. Según el organismo, las ventas de embotellado en la campaña 2015/2016 han superado todas las espectativas, situándose en los 48,9 millones de botellas en todo el mundo, lo que representa un crecimiento del 13,6% respecto al ejercicio anterior.

La exportación sigue siendo el principal destino de los vinos DOP Valencia, con 32,2 millones de botellas comercializadas y un incremento del 15% (sobre todo empujados por el ascenso de los vinos blancos, cuyas ventas crecen el 27%.

En el ámbito nacional, el volumen de ventas también mantiene una clara línea alcista en lo referente al vino embotellado (que crece un 16,6% respecto a la campaña anterior situándose en los 16,6 millones de botellas). El comercio de vinos a granel se ha reducido a la mitad en menos de dos décadas, lo que confirma el salto cualitativo de una región vinícola considerada tradicionalmente como granelista.

Para el presidente del Consejo Regulador de la DOP Valencia, Cosme Gutiérrez, estos datos «confirman que nuestra apuesta por la calidad es acertada. Los vinos de la DOP Valencia han salido definitivamente del anonimato para posicionarse entre las zonas más reconocidas y valoradas por los consumidores de todo el mundo».