Seis bodegas españolas (Fontana, Gratias, Celler del Roure, Coviñas, Sei Solo y Juan Carlos Sancha, forman parte del consorcio «Govalmavin» (Valorización de materiales tradicionales para vinificación de vinos de calidad), un proyecto liderado por la Plataforma Tecnológica del Vino en el que también participan la empresa Alfatec y la DO Vinos de Uclés.

Govalmavin es un proyecto que persigue demostrar métodos de elaboración y envejecimiento alternativos, que combinen el conocimiento enológico moderno con materiales clásicos, como son las tinajas de barro. El grupo nace de la convocatoria para la creación de Grupos Operativos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y tras su segunda reunión -celebrada hace un par de semanas-, el colectivo ya ha sentado las bases para desarrollar la iniciativa, que se plantean en dos enfoques: por un lado la revalorización del uso tinajas de barro tradicionales en la elaboración de vinos de calidad, como ejemplo de recuperación histórico-cultural; y por otro el uso de tinajas de barro tecnológicas de nueva creación como impulso de modernización.

Gracias a estudios y ensayos previos, se conoce que las características de la vasija de barro influyen positivamente en el resultado final del vino, en la medida en que no aportan sabores ni aromas, contribuyendo a la elaboración de caldos más frescos, expresivos y respetuosos con la tipicidad del terroir. Además, las tinas mantienen muy bien la temperatura, una oxidación razonable y, al ser un material poroso, permite un intercambio constante entre el vino y el ambiente.

No se trata así de sustituir o eliminar el uso del acero inoxidable o la barrica, que tantos años ha costado conocer e integrar, sino de buscar métodos alternativos que permitan enriquecer la oferta actual de vinos españoles para llegar a determinadas demandas de consumidores.

El Grupo apoya su actividad científico-técnica en 5 organismos de investigación: Centro Tecnológico del Vino (VITEC), Universidad de Castilla La-Mancha, Universidad Miguel Hernández, Universidad Politécnica de Valencia y el Centro Tecnológico AINIA; además de contar con la colaboración del Observatorio Español de Mercados del Vino, el Master of Wine Pedro Ballesteros, y la consultora Artica+i.