Con lo que algunos habremos podido trasegar en esta vida podríamos decir que, a estas alturas, nadie nos iba a enseñar la manera adecuada de beber un cava, pero siempre resulta positivo conocer y guardar las formas para apreciar y disfrutar mejor los buenos vinos espumosos. Hace un par de días, tuvimos la ocasión de asistir a un seminario sobre el servicio de cavas impartido por Sergio Serra, actual presidente de la Asociación Valenciana de Sumilleres (ASVASU). Lo primero a tener en cuenta es la temperatura del cava, que debe ser entre los 5º y los 8º, siendo los jóvenes y ligeros los que se servirán más fríos. El cava debe enfriarse durante unas horas en el frigorífico y mantenerse en un recipiente con agua, mucho hielo y un puñado de sal. Debemos evitar el congelador, pero una vez fría de frigorífico los menos estrictos podemos poner la botella 20 minutos en el congelador. A nivel profesional vimos cómo resulta conveniente colocar el dedo pulgar en la parte superior del tapón para evitar que éste salga despedido de manera involuntaria mientras quitamos el «morrió» de alambre que sujeta el corcho. Este mismo cierre, una vez aflojado, nos puede ayudar a que el tapón no resbale en la mano, a que gire con suavidad y sacaremos el corcho despacio, con la botella ligeramente inclinada, sin provocar ese ruido explosivo que podrá hacer gracia pero que resulta tan poco elegante.

En cuanto a las copas, deben ser de cristal fino y transparente para disfrutar con la vista de los rosarios de burbujas. Aunque las copas de tipo flauta son las más extendidas resultan aconsejables las de forma de tulipa, es decir, alargadas pero con un ligero ensanchamiento que permite concentrar los aromas. En fechas recientes ASVASU hizo entrega de los premios «Distinguidos» a los cavas valencianos que se presentaron al concurso. Algunos de los espumosos galardonados se cataron durante esta actividad junto a otros cavas valencianos. En el certamen el Brut Nature ganador fue el Privée 18 Reserva, de Bodega Vegamar. Un cava hecho con Macabeo y Chardonnay, de color amarillo pálido, burbuja fina y elegante. Aroma de manzanas verdes sobre un fondo de pastelería, con matices de moka. Agradable en el paladar, crujiente y de largo recorrido. Entre los Brut el seleccionado fue el Vega Medien, de Bodega Unión Vinícola del Este. Hecho con un porcentaje principal de Macabeo y Chardonnay. Es de color amarillo pálido con tonalidades verdosas, espuma persistente. Aromas de frutas blancas, con notas a lima y flores blancas. Fresco, con una acidez muy bien integrada dejando un gusto floral con buena persistencia. Y el Miracle Brut Rosado de Bodega Vicente Gandía fue el que mejor puntuación consiguió en su categoría. Hecho con Garnacha es de color pálido, luminoso, aromas de frutillos rojos, sobre un fondo de pastelería, con sutiles notas cítricas. Textura cremosa, amplio y persistente en boca, con equilibrada acidez.