«Mostrar lo que mejor hacemos con lo mejor que tenemos», es la filosofía que han seguido en Bodegas El Villar con el lanzamiento de su nuevo proyecto Cantalares, una gama de tres vinos monovarietales -Merlot, Semillón y Merseguera-en la que «se ha buscado la diferenciación, incorporando la mejor materia prima y que mejor se adapta al terruño», explica el gerente de la entidad, Luis Cervera.

El sello Cantalares nació hace casi tres campañas con una única referencia, un tinto de Merlot con el que la bodega demostró la extraordinaria adaptación de esta cepa al clima y condiciones de suelo de la zona. Con una imagen cuidada y visual -apostando por una botella tipo borgoña y un etiquetado fresco y actual- y una calidad fuera de toda duda, esta primera referencia se reveló como un rotundo éxito, logrando importantes reconocimientos dentro y fuera de españa. La primera piedra del proyecto ya estaba puesta, y los técnicos de la compañía siguieron trabajando para plantear nuevas propuestas que siguiesen la estela del exitoso tinto de Merlot.

Así, a la siguiente campaña Bodegas El Villar lanzaba el Cantalares Semillón, un blanco elaborado con una uva francesa minoritaria en la actualidad pero con notable presencia en el viñedo de la zona en otras épocas. Se trata de un vino diferente, con más color, aromas más complejos y una magnífica acidez que facilita su evolución en botella para consumirse en los dos o tres años siguientes a su elaboración.

La última propuesta bajo el sello Cantalares tiene raíz autóctona, ya que se elabora con uvas de la variedad Merseguera, típica y representativa del Alto Turia. Con una limitadísima producción de apenas cinco mil botellas, este nuevo vino se ha convertido, desde su lanzamiento al mercado, en uno de los grandes reclamo para una bodega que sigue rumbo a la excelencia.