En los últimos meses hemos visto tanto informaciones que afirman como que dudan de los estudios que defienden diversos beneficios para la salud de algunos componentes de los vinos, siempre que su ingesta sea moderada y los consumidores mantengan costumbres cardiosaludables. La más reciente investigación que relaciona vino y salud la ha realizado la Universidad de Rochester (EEUU), donde se asegura que puede ayudar a combatir el mal de Alzheimer.

Todo comenzó a raíz de la llamada ´paradoja francesa´, mencionada por primera vez en 1992 por el científico Serge Renaud, referente a cómo los franceses, que tienen una base alimenticia cárnica y de grasas animales, como nata y mantequilla, tiene proporcionalmente tan bajos índices de colesterol. Y el factor diferencial es el consumo de vino. La industria enológica se puso rápidamente a investigar sus posibles causas y descubrió en los hollejos la presencia de flavonoides como la catequina, los antocianos, taninos y el resveratrol. Se trata de potentes antioxidantes que contienen las uvas en su capa externa para proteger al fruto de enfermedades y de ataques fúngicos, actuando como un antibiótico natural. Algunos productos vegetales son muy ricos en flavonoides, por lo que resultan muy recomendables el brócoli, la soja o los tés, pero el beneficio emocional que producen con su ingesta no es nada comparable con el que pueden proporcionar dos o tres copas de buen vino. Mientras tanto se suceden los descubrimientos de sustancias contenidas en los hollejos de las uvas que son transmitidos al vino, como el estudio de la Universidad de Bolzano (Italia) que, al emplear una técnica utilizada para el estudio de las proteínas ha descubierto sin pretenderlo los llamados ´súper taninos´, unos polifenoles de mayor tamaño que los que eran conocidos hasta ahora. La investigación continúa.

Aquí, el equipo del profesor Domingo Salazar, de la Universidad Politécnica de Valencia, demostró que la Bobal es una de las varietales de uva con mayor contenido en resveratrol, seguida de la Merlot y la Pinot Noir, y que su cantidad aumenta cuanto mayores son las condiciones de estrés que sufre la planta, como son el pedrisco, la sequía o las plagas y enfermedades. Y Félix Cuartero, maestro de enólogos durante más de 30 años en la Escuela de Viticultura y Enología de Requena, creó una pequeña sociedad que se dedica a la elaboración de productos dietéticos y de alimentación ricos en resveratrol hechos con uvas Bobal de cultivo ecológico. Uno de ellos es Bobalín, un mosto de uva negra con todo el extracto de los hollejos, por lo que recuerda mucho a un vino tinto. Es moderadamente dulce, equilibrado por el amargor de los taninos y la frescura propia de la varietal. Buena alternativa cuando no se deba consumir alcohol y se quiera acompañar una comida, o para personas que no puedan tomarlo y quieran aprovechar las propiedades que nos ofrece la vid de manera tan generosa.