La diversidad es la característica que define los vinos de Costers del Segre, una DO conformada por siete subzonas que se extienden de norte a sur por la provincia de Lleida. Este es un territorio vinícola comprometido con la sostenibilidad, quizá el más activo de España en este sentido, ya que el 80% de su producción forma parte de un programa pionero que vela por las buenas prácticas medioambientales.

Las diferencias de suelos y climas hacen que no haya un único estilo que defina esta zona. La del Pallars es la más fría y de mayor pluviometría, en un clima continental con veranos cortos y una gran oscilación térmica entre día y noche.

La familia de Enric Vila se ha dedicado al viñedo y a hacer vino en el término de Tremp desde 1749. Viajando por Europa conoció las uvas internacionales que dominaban en el mercado y las plantó. Gracias a sus anotaciones sobre meteorología advirtió muy pronto el cambio climático, por lo que decidió no dejar de lado las tradicionales, como las Morastell (Monastrell), Garnatxa Negra y Ull de Llebre (Tempranillo) con las que hace el Tu Rai, que recuerda a las frutas rojas, con notas especiadas, cuerpo medio, tanino vivo, grado bien integrado y la frescura que le da el terruño. Embotella desde hace 25 años, al principio fermentando con levaduras industriales, pero en una ocasión se le acabaron, decidió que la fermentación se iniciara de manera espontánea y salió bien. «Las seleccionadas son muy fiables, aunque también muy lineales», asegura. «Con las salvajes hay que estar más pendiente, pero vale la pena, los vinos son más complejos y aún se nota más en los blancos».

Con la Cabernet Sauvignon hace el Llabustes, un tinto de buena carga frutal, suavemente especiado, cremoso, paladar amable y estructura media, con cierta potencia, fresco y mineral. Un vino que sorprenderá a los que saben apreciar esta casta.