Pago de Tharsys sigue desarrollando una línea de trabajo que le está encaminando a certificar toda sus elaboraciones con el sello de producción ecológica. Es sin duda el gran reto de Vicente García y Ana Suria, quienes fundaron de la nada una bodega que a día de hoy es una referencia en el sector del vino y ejemplo de desarrollo enoturístico. La mayoría de las etiquetas de la bodega ya salen al mercado con el sello ecológico, y las parcelas que rodean la bodega y que componen la finca de la que se nutren para producir sus principales marcas cuentan con el certificado de que se cultivan sin empleo de pesticidas químicos y otras prácticas contrarias al respeto al medio ambiente.

Durante el presente año la bodega ha seguido trabajando en el replanteamiento de sus gamas de vinos -este año se han presentado novedades como un Chardonnay ecológico fermentado en barrica y en breve se presentará su primer rosado de Garnacha- y cavas. Si a finales del pasado año aparecieron en el mercado los nuevos cavas 'Carlota Suria' ecológicos -por el momento en dos versiones: brut y brut nature-, en este 2018 ha continuado el 'goteo' de lanzamientos, con un original cava dulce de Chardonnay -Alegría de Tharsys- y un exclusivo 'Millésime' reserva brut nature que tiene la particularidad de que el vino base empleado para su elaboración ha realizado una breve crianza en barrica de roble.

Junto a las referencias ya comentadas, la bodega de Requena acercará hasta el recinto de la Feria del Cava Valenciano sus principales etiquetas, entre ellas la colección de las «Gorgonas», que incluye una serie de cavas tipo premium que representan la cúspide de la pirámide para Pago de Tharsys.