Marimar Torres representa junto a su hermano Miguel la cuarta generación de una de las familias de vinateros más prestigiosas del mundo. A mediados de los 70 aterrizó en California para vender los vinos que la familia producía en Penedés pero, una década después, comenzó a plantar viñedos y, más tarde, a construir su bodega. Estos días ha visitado España para presentar las nuevas añadas de sus vinos, varietales de Chardonnay, Pinot Noir y Albariño homogéneos, fiel reflejo del terruño donde cultivan, bajo pautas ecológicas, sus viñas en el Condado de Sonoma.