El enólogo Luis García Severino ha pasado los últimos 40 años al frente de una de las mayores bodegas españolas, Vicente Gandia. De su mano, la compañía valenciana ha vivido algunos de sus mejores momentos, pero el tiempo, implacable, dicta sentencia, y para Luis llega el momento de ceder el testigo.

Atrás quedan años de grandes proyectos y de construcción de una compañía que hoy es modelo de innovación y calidad. «Cuando entré, los medios eran escasos, estaba todo por hacer. Construimos la bodega de Chiva, con equipos y tecnología que entonces nadie tenía. Íbamos por delante de todos, D. José María confiaba en el proyecto y comenzamos a sacar vinos de un nivel altísimo que nos abrieron muchas puertas en el mercado», comenta García Severino, quien recuerda proyectos como el de El Miracle Art, el más reciente de Ostras Pedrín pero, sobre todo, el de Hoya de Cadenas, una gama «que podríamos decir que lo cambió todo y que nos ha dado grandes alegrías como que el Hoya de cadenas reserva haya sido elegido hace apenas unos meses como el 'Supervino del Año' en la guía de los Supervinos».

Aunque dejará el puesto a final de año, la familia Gandia ya ha incorporado al enólogo que asumirá el relevo en la dirección técnica. Se trata de José Hidalgo Camacho, tercera generación de una saga que se ha dedicado en cuerpo y alma a la viticultura y la enología. Ingeniero agrónomo y licenciado en enología, Hidalgo llega a Gandia tras una larga etapa en Unión Vinícola del Este con el objetivo, según afirma, de «asumir el reto de liderar una organización tan potente como ésta y comenzar a trabajar sobre vinos de parcela que definan la nueva realidad de la bodega».