La Malvasía es una uva tradicional en tierras valencianas que no siempre ha sido tratada con la atención y sensibilidad que merece. Dice la tradición que su nombre procede del puerto de Monemvasia, en el sur del Peloponeso, de donde se extendió y arraigó en lugares como Nápoles, Sitges, Baleares, Madeira, o las Islas Canarias. Con ella se hacía el vino más famoso de la Edad Media y del Renacimiento, siendo citado en el Tirant lo Blanch, en el que se le atribuyen ciertas propiedades medicinales y tonificantes.

Otra casta de vid hasta ahora considerada de segunda categoría es la Merseguera. No es una variedad de uva de aromas intensos, pero tiene una acidez muy equilibrada y bajo Ph que da longevidad a los vinos, lo que la hace interesante.

Con estas varietales, los hermanos Valsangiacomo, quinta generación de bodegueros, elaboran el Malvasía de Sant Jaume, un vino que dedicaron a su padre. Don Arnoldo fue uno de los personajes fundamentales de la historia del vino valenciano, y rescataron para él la marca que diseñó en los años 60, cuando tradujo su apellido al valenciano para crear Vall de Sant Jaume. Es un vino blanco que rememora los orígenes, como ya hicieron con «Bobal de San Juan» en Utiel-Requena. En este caso los viñedos de Malvasía (85%) son de un clon que da aromas florales localizados en la población de Bèlgida, en las parcelas Benicaprà y Fasicampo, trabajadas por un viticultor con el que colaboran desde hace más de 20 años.

El Malvasía de Sant Jaume es un vino de copeo para cuando apetezca tomar un buen blanco sin complicaciones. Su color es amarillo, con reflejos verdosos. Tiene aromas de flor blanca, con recuerdos a frutas exóticas. En el paladar se muestra sabroso, con cierta untuosidad y expresión de fruta crujiente, es fresco y desenfadado, pero sabe estar en cualquier situación.