La mistela de Moscatel es el vino de licor que endulza las sobremesas en la Comunitat Valenciana desde hace cientos de años. Los árabes introdujeron el alambique en la Península Ibérica. A partir del siglo XIII se desarrolló su perfeccionamiento para destilar los hollejos de las uvas, aunque el uso del alcohol fue principalmente medicinal y tenía sabores desagradables por lo que se añadieron frutas, especias y plantas aromáticas para hacerlo grato de beber.

La Mistela es mosto de uva con cierta cantidad de alcohol vínico. Se puede hacer con cualquier tipo de uva, incluso hay lugares donde, además del mosto, se añaden otros aromatizantes. Pero para la Mistela de Moscatel no hace falta nada más. El alcohol vínico añadido al zumo de uva preserva los inconfundibles aromas y sabores, el carácter único de la fruta fresca de la Moscatel.

Bodegas Godelleta es una sociedad vitivinícola que podríamos definir como «monovarietal», ya que en las 750 hectáreas de viñedo que trabajan sus socios solo cultivan Moscatel de Alejandría. En el último año han sacado al mercado una nueva marca de Mistela, con cuyo nombre hacen mención a la «Escala i Corda», la modalidad más popular del deporte de pilota valenciana. También han presentado en los últimos meses un magnífico vino seco joven, Silencio 2018 y un selecto orujo hecho con los hollejos de sus uvas.

La Mistela Escala i Corda tiene una imagen moderna y minimalista. Está bien elaborado, con buena fruta, sin secretos. Su color es amarillo pajizo, con tonos dorados, de aroma intenso a uva fresca Moscatel, que recuerda a azahar y jazmín, a miel y a corteza de naranja. En el paladar es untuoso, dulce, fácil de beber, equilibrado, fresco, largo y persistente. Perfecto para acompañar las pastas y repostería tradicionales, como la «coca de llanda», aromatizada con canela y ralladura de limón.