auvage blanc, salvaje blanca. Así nombraron en la zona del Valle de Loira y Burdeos a la Sauvignon Blanc, considerada en todo el mundo como la princesa de las uvas blancas. Es una varietal voluble, que delata su origen, ya que refleja el terreno, el clima y las añadas ofreciendo diferentes estilos de vinos blancos. Dependiendo de la zona de producción de la que proceda, éstos resultan con aromas que pueden ir de frutas cítricas a tropicales, o a florales, herbáceos y vegetales, como pimiento verde y espárragos. Una varietal, además, con cuyos racimos afectados por Botrytis se hacen, en compañía de otras, los más valorados vinos dulces de Sauternes.

Dominio de la Vega trabaja sus vides más expresivas de Sauvignon Blanc en la parcela La Loma, a una altitud ya considerable de 700 metros sobre el nivel del mar, donde se beneficia de las frescas noches del verano de la comarca de Requena y Utiel. De esta finca salen las uvas con las que elaboran el blanco Recuérdame, destinado a un público inquieto, con interés en la gastronomía y el mundo del vino. Las uvas permanecen en frío durante unas horas y después del prensado no limpian el mosto en exceso para conservar aromas «porque los más sutiles» nos asegura el enólogo Daniel Expósito, «acaban volatilizándose con el paso del tiempo». Guardan un poco de sus lías finas para dar complejidad y untuosidad, y el vino pasa por barricas durante un breve espacio de tiempo. Buscan buena estructura en boca sin que la madera se aprecie en nariz.

Recuérdame de 2019 acaba de salir al mercado. Es de color amarillo pálido y muestra orgulloso su exuberancia de matices aromáticos que recuerdan a cítricos, fruta tropical y flor de saúco. En el paladar es seco, con gran frescura, sensación frutal, justo volumen y buen equilibrio, es carnoso y redondo. ¿Cómo se llama el vino?