A la Petit Verdot le gusta el Sol, una variedad de uva que solo logra madurar bien los años realmente secos en su lugar de origen, el Medoc francés, donde va siempre en compañía de las Cabernet Sauvignon y Merlot. Es una casta de vid difícil de cultivar por su ciclo especialmente largo y su sensibilidad a las heladas tardías. Sus racimos y bayas son de pequeño tamaño, con pepita gruesa y hollejo resistente, con una producción y rendimiento bajos. En los últimos tiempos se ha ido extendiendo por el viñedo español de manera muy discreta con vistas a la adaptación al Cambio Climático Global, pero pocos son en todo el mundo los vinos que podemos encontrar que estén exclusivamente elaborados con esta varietal.

El Audentia Petit Verdot de Murviedro es uno de estos ejemplos. Juan José Muñoz, responsable técnico de la bodega, nos asegura que es la variedad más tardía que conoce. Las uvas proceden de una única parcela en el término de Requena y llama la atención que realicen su envero en septiembre, cuando las variedades tempranas se encuentran fermentando en los depósitos. El clima y el terreno calizo, pobre en nutrientes, son los responsables de la calidad de este vino. Cuando ya han pasado las lluvias de principio de otoño y los rayos del sol vuelven a calentar se reflejan en la tierra de color blanco, lo que adelanta unos días la maduración de la uva y que se pueda vendimiar a final de octubre.

Murviedro interpreta la Petit Verdot de este vino sin crianza en barrica para apreciar lo que puede ofrecer esta varietal, en la que practican un moderado extracto en la maceración. El Audentia Petit Verdot 2018 es de color rojo cereza de capa media y ribete que todavía conserva tonos amoratados. La intensidad aromática es alta, a frutas rojas, balsámico, con notas mentoladas, regaliz, con ligeros matices tostados y a madera de cedro propios de esta variedad de uva. En boca es de cuerpo ligero, con gran frescura. La sensación balsámica llena el paladar, es sabroso y desenfadado. De trago reincidente.