El Índice Internacional de Alquileres de HousingAnywhere correspondiente al segundo trimestre de 2022 muestra que Valencia es la ciudad europea donde el precio del alquiler de un apartamento ha subido más en el último año, a pesar de que sus precios sigan siendo relativamente bajos en comparación con otras ciudades de Europa. La ciudad ha experimentado un incremento anual de los precios del 51,9% y un aumento respecto al trimestre anterior del 14,3%.

Barcelona, por su parte, registra un aumento anual en el precio de los apartamentos del 20,8% y Madrid, del 4,2%. Ambas ciudades presentan aumentos trimestrales en los precios más contenidos que otras del resto de Europa, con una subida trimestral del 3,9% y el 0,8%, respectivamente. 

La subida de los precios del alquiler no es exclusiva de España, sino que el Índice muestra que el precio global de los alquileres en Europa ha aumentado un asombroso 19,3% en el último año. Los precios de los apartamentos han subido un 20,8%, los de los estudios un 22,9% y el precio de las habitaciones privadas un 14,2%. Este drástico aumento en el conjunto de los precios está impulsado por un crecimiento de la demanda, que ya supera los niveles de la temporada alta de alquiler del año pasado, que normalmente tiene lugar en el tercer trimestre del año.

"El deseo de un estilo de vida flexible y sin fronteras se disparó cuando se eliminaron las restricciones a la movilidad impuestas por la pandemia", afirma Djordy Seelmann, director general de HousingAnywhere. "Estamos presenciando un aumento de la demanda como respuesta del retorno a la movilidad internacional con fines laborales, para estudiar o simplemente para una mejora en la calidad de vida. Las solicitudes de estudiantes internacionales se están disparando y también la ambición de las personas por construir una carrera más allá de las fronteras de su país de origen. Ya no se trata únicamente de estar donde uno debe, sino de tener la libertad de poder estar donde uno quiere”.

Recuperación del turismo

Desde que se levantaron las restricciones a los viajes, se ha dado un aumento en la demanda de los alquileres de corta duración. Dado que los mercados de la vivienda en toda Europa ya están tensionados de por sí, la recuperación del turismo y el aumento de la demanda de alquileres temporales no están ayudando a aliviar las tensiones. Muchas ciudades están experimentando una escasez de alojamientos disponibles, provocando una presión al alza en los precios de los alquileres para los residentes de la ciudad.

Con la relajación de las restricciones de viaje, los turistas están haciendo las maletas para disfrutar de sus vacaciones de verano en el extranjero. Debido a la alta demanda y al potencial mayor rendimiento económico de los alquileres de corta estancia, los propietarios tienen pocos incentivos para ofrecer sus espacios para estancias de media y larga duración. Con la perspectiva de que más alquileres de media y larga estancia pasen a ofrecerse como alquileres de corta duración, los ciudadanos se enfrentan a una competencia feroz para encontrar un inmueble donde vivir.

En ciudades de referencia como Ámsterdam, Lisboa, París y Milán, ya se observa un precio del alquiler récord que seguirá subiendo. Además, ciudades como Roma, Múnich, Reikiavik, Berlín y Hamburgo muestran incrementos trimestrales más pronunciados que en otras ocasiones, hecho que sugiere que no pasará mucho tiempo hasta que sus precios igualen los de las ciudades de referencia mencionadas.