La 75 Vuelta a España estrena final en la octava etapa con la dura y exigente llegada al alto de Moncalvillo, una ascensión inédita con rampas de hasta el 15% en la que de nuevo el protagonismo recaerá en el reducido grupo de ciclistas que pelea por hacerse en propiedad con la 'roja'.

Esta octava etapa, que se disputará íntegramente por carreteras de La Rioja, llevará a los supervivientes de la carrera desde la capital Logroño hasta el Alto de Moncalvillo con un itinerario de 164 kilómetros.

Los ciclistas circularán los primeros kilómetros de la etapa por una parte de los viñedos riojanos que serán propicios para formar la habitual escapada del día, para después afrontar una segunda mitad de etapa con la ascensión al puerto de la Rasa previa al debutante Moncalvillo.

En los 8,3 kilómetros finales de ascensión, los ciclistas afrontarán rampas en su parte final y durante casi 2 kilómetros casi siempre por encima del 10 % en los que los que no presenten ninguna debilidad podrán abrir hueco con sus rivales.

La jornada se presenta como el primer plato fuerte de una semana que alcanzará su cénit durante el fin de semana con la doble cita de alta montaña por las carreteras del Principado de Asturias.