El belga Jasper Philipsen (UAE Emirates) se convirtió en "Marathon Man" en la meta de Puebla de Sanabria (Zamora) tras conquistar al esprint la decimoquinta etapa, la más larga de la presente edición de la Vuelta a España, con 230,8 kilómetros, y pasar más de 6 horas sobre la bicicleta, mientras que Primoz Roglic se aferró al liderato.

Philipsen llegó a la Vuelta como debutante y dispuesto a estrenarse en una grande. En Ejea de los Caballeros fue segundo, en la jornada maratón se coronó con un gran esprint en el que se anticipó a los alemanes Pascal Ackermann (Bora Hansgrohe) y Jannik Steimle (Deceuninck Quick Step), después de un peregrinaje desde Galicia de 6 h.22.36 marcado por la lluvia y el viento.

Día largo más que duro, como reconocía Enric Mas en meta, pero de los que desgastan. Las piernas duelen, y dolerán hasta Madrid, como señalaba Josean Fernández Matxin, director del UAE avisando de que el esloveno Primoz Roglic no se va a pasear hasta el domingo.