M. J. Mascarell, El Verger

En el centro del casco urbano de El Verger, en el cruce de las calles Sant Cristòfol y Abadia, se levanta una torre, único resto del desaparecido palacio del Duque de Medinacelli, del siglo XVI. Además, junto a ella, y a principios del siglo XX, se produjo la demolición de parte del palacio y la construcción de un edificio contiguo con fines empresariales. Esta misma semana, han empezado las obras de la cuarta fase de rehabilitación de la torre de El Verger y del edificio que conecta con la misma. El plazo de ejecución de las obras es de 5 meses y es el remate final a cuatro fases anteriores para convertir el inmueble restaurado en un museo para el disfrute de vecinos y visitantes. El Ayuntamiento de El Verger dispondrá de un edificio recuperado donde se aprecien las características arquitectónicas y espaciales originales, según el arquitecto encargado de su rehabilitación, Pepe Ivars, y el aparejador del proyecto, David Puchol.

Los restos del desaparecido palacio del Duque de Medinacelli guardan una larga trayectoria y son testimonio de la historia no sólo de El Verger sino de toda la comarca de la Marina Alta. En 1520 ya estaba levantado el palacio, posiblemente con una configuración diferente a la del siglo siguiente, pues el Virrey de Valencia, Diego Hurtado de Mendoza, forzado por los sucesos de la revuelta de la Germania, pernoctaba en casa de Baltasar Vives, señor de El Verger. En 1580, el Marqués de Dénia y Duque de Lerma adquiría, después de un largo pleito desarrollado entre 1563 y 1580, a Joan Geroni Vives el pueblo y el término de El Verger, anexionándolo al de Dénia. La primera reforma consistió en convertir lo que había sido un edificio de defensa en una vivienda. Más tarde, a principios del siglo XX, la torre fue utilizada como centro de transformación de la empresa Electricista Alcoyana y se construyó el edificio contiguo, que servía como almacén. Este último inmueble se comunicó interiormente con la torre con la abertura de dos nuevos accesos.

Proceso de reformas

El inicio de las fases de rehabilitación del antiguo palacio se originó en la década de los 90 del siglo pasado cuando las excavaciones arqueológicas permitieron conocer en profundidad el actual edificio, enmascarado por numerosas reformas. Se constató que el antiguo palacio del Marqués de Dénia continuaba por debajo del edificio adosado de la torre, pero sobre todo, que quedaban numerosos restos de la primitiva fortaleza de Baltasar Vives, señor de El Verger, no solamente en el subsuelo sino también embebidos en los muros de la torre. Con posterioridad a estas excavaciones se desarrolló un plan de intervención que se materializó en tres fases, ejecutadas a finales de la década de los 90 y principio del presente siglo. En la primera se sustituyó la cubierta de la torre y se restauraron los matacanes. En la segunda, se acometieron obras estructurales, como cambio de forjados en torre y edificio, reconstrucción de bóveda de la torre y construcción de nuevas escaleras. En la tercera, se sustituyó la cubierta del edificio anexo.

En estas intervenciones se subsanaron las patologías, por lo que en la actualidad -en la cuarta y última fase- el arquitecto Pepe Ivars pretende devolver algunas características originales y así recuperar los restos arquitectónicos del primitivo palacio, del siglo XVI. Además, el gran objetivo es permitir un uso museográfico de ambos edificios, la torre y el inmueble contiguo, es decir, hacer visible el conjunto arquitectónico y toda su riqueza histórica.